Nympha

Nympha

Lento, lento pasa el tiempo cuando vemos esta película del 2007.
Cuenta la historia de Sarah, que viaja hasta Italia para ingresar en un convento e iniciar así su vida como monja de clausura. Pronto se dará cuenta de que
la orden religiosa no es lo que parecer ser, y que oculta un gran secreto en el ático del edificio.
A través de flashbacks, se ira reconstruyendo la historia que originó el extraño culto de “Nympha”.



Parte drama parte cuento de fantasmas, Nympha es una de esas producciones que intentan llegar a película y se queda en telefilme.
El ritmo es lento, vacío, sin ofrecer ningún tipo de aliciente para continuar viendo la historia, incluso los minutos “nunxplotation” que tiene son tan gratuitos y forzados que apenas lograrán que fijemos nuestra atención en la pantalla. La trama, simple como pocas, es revisada una y otra vez aumentando el sopor. La primera ya se hace predecible, a la cuarta uno ya no sabe que es lo que pretendía el director, supongo que confundirnos con cháchara para disimular que la historia no da más de si, por mucho que se estire o se complique con naderías más propias de una telenovela que de una película.



Contiene algunos momentos gore, suaves en su inmensa mayoría, aunque bien hechos. La banda sonora se queda en un tímido lugar, acompañando las imágenes como un relleno.

Las actuaciones principales cumplen su papel, y es en gran medida lo que salva un poco este largometraje. Aun así, no es suficiente.