SNUFF 102
Argentina, 2007, una reportera comienza a investigar el mito del cine snuff, su relato la llevará hasta lo más profundo de la sub cultura, e incluso hasta poner en peligro su vida con tal de averiguar la realidad tras este mito.
Como historia no vamos a encontrar algo que no hayamos visto ya, es mas, su desarrollo es del todo previsible, no obstante, la genialidad de este film es presentarnos la historia desde una perspectiva algo novedosa.
Se sucede la mezcla de imágenes realmente brutales dignas del mejor pseudo-snuff (algo que nos recordará mucho al estilo August Underground, mala calidad de video, iluminación etc, en busca del realismo mas escalofriante) con unas en el que se teoriza sobre la posibilidad y el por qué de estos films desde un punto de visto pseudo psicológico.
El uso del color se destina tan solo a los momentos de tensión, mientras que el resto de la trama se queda en un frío blanco y negro. El cambio le da mucho realismo y efectividad a las partes gore, todo un acierto.
La música extra diegética se va a usar solo en los momentos de tortura, de corte industrial como viene siendo habitual en este tipo de creaciones, puede parecer contradictorio utilizar banda sonora cuando se cambia el color en busca del realismo y autenticidad, pero hay que reconocer que sin ella, las supuestas snuff se harían aburridas y tediosas. De alguna manera se le resta esa veracidad para impulsar el ritmo de la pelicula, distorsiones, delays, gritos interminables, etc.
Destacar que los “beats” a menudo encajan con el desarrollo de acontecimientos, pasos, golpes, latidos de corazón… llegando a ser casi hipnótico. La banda sonora impulsa en gran medida la obra, a pesar de lo ruidosa que se hace a veces. (Los planos sonoros están escogidos de forma poco clara, convirtiendo algunos momentos en una maraña de efectos e imágenes en las que uno se pierde con facilidad, y cae el interés)
Aun con todo, tiene muy buen ritmo, no se hace repetitivo ni simple a pesar de tener pocos diálogos o escenarios, la “teoría” y la tortura están muy bien intercaladas, y llegando al final viviremos momentos de auténtica tensión.
He de reconocer que algunos cortes empañan un poco el resultado final, haciendolo confuso. Uno se pregunta si estamos ante un nuevo modo de hacer pseudo-snuff, o ante una simple “explotation” del sadismo y los temas de siempre.
Un film que se auto-censura, se revuelve sobre sí mismo como una criatura viva, agobia, engancha… a pesar de un estilo forzado en ocasiones, de lo mejor del género.
Argentina, 2007, una reportera comienza a investigar el mito del cine snuff, su relato la llevará hasta lo más profundo de la sub cultura, e incluso hasta poner en peligro su vida con tal de averiguar la realidad tras este mito.
Como historia no vamos a encontrar algo que no hayamos visto ya, es mas, su desarrollo es del todo previsible, no obstante, la genialidad de este film es presentarnos la historia desde una perspectiva algo novedosa.
Se sucede la mezcla de imágenes realmente brutales dignas del mejor pseudo-snuff (algo que nos recordará mucho al estilo August Underground, mala calidad de video, iluminación etc, en busca del realismo mas escalofriante) con unas en el que se teoriza sobre la posibilidad y el por qué de estos films desde un punto de visto pseudo psicológico.
El uso del color se destina tan solo a los momentos de tensión, mientras que el resto de la trama se queda en un frío blanco y negro. El cambio le da mucho realismo y efectividad a las partes gore, todo un acierto.
La música extra diegética se va a usar solo en los momentos de tortura, de corte industrial como viene siendo habitual en este tipo de creaciones, puede parecer contradictorio utilizar banda sonora cuando se cambia el color en busca del realismo y autenticidad, pero hay que reconocer que sin ella, las supuestas snuff se harían aburridas y tediosas. De alguna manera se le resta esa veracidad para impulsar el ritmo de la pelicula, distorsiones, delays, gritos interminables, etc.
Destacar que los “beats” a menudo encajan con el desarrollo de acontecimientos, pasos, golpes, latidos de corazón… llegando a ser casi hipnótico. La banda sonora impulsa en gran medida la obra, a pesar de lo ruidosa que se hace a veces. (Los planos sonoros están escogidos de forma poco clara, convirtiendo algunos momentos en una maraña de efectos e imágenes en las que uno se pierde con facilidad, y cae el interés)
Aun con todo, tiene muy buen ritmo, no se hace repetitivo ni simple a pesar de tener pocos diálogos o escenarios, la “teoría” y la tortura están muy bien intercaladas, y llegando al final viviremos momentos de auténtica tensión.
He de reconocer que algunos cortes empañan un poco el resultado final, haciendolo confuso. Uno se pregunta si estamos ante un nuevo modo de hacer pseudo-snuff, o ante una simple “explotation” del sadismo y los temas de siempre.
Un film que se auto-censura, se revuelve sobre sí mismo como una criatura viva, agobia, engancha… a pesar de un estilo forzado en ocasiones, de lo mejor del género.
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